Gobernar es explicar, dar la cara, responder preguntas y tomar sugerencias. En Mendoza lo tenemos grabado a fuego hace años, pese a una oposición que reclama explicaciones que después no escucha e insiste en tergiversar en lugar proponer.
Estamos orgullosos del sistema de salud que tenemos, de las inversiones realizadas en cada hospital y cada centro de salud de la provincia, luego de años de desidia y abandono de la infraestructura sanitaria.
Y por sobre todas las cosas, estamos orgullosos de los recursos humanos que trabajan en Mendoza. Son lo mejor que tenemos. Los trabajadores de la salud, de educación y de seguridad mantienen a la provincia de pie en una coyuntura dificilísima.
En las últimas horas legisladores que representan a Mendoza en el Congreso Nacional han repartido acusaciones falsas y mentiras varias sobre la realidad de mendocinos y mendocinas. ¿Quieren explicaciones? Muy bien. Se las damos.
Es una chicana insostenible asociar un error humano como la actualización de una lista en un sistema informático con una mentira adrede. Les recuerdo que la provisión de vacunas depende de la Nación, que prometieron dosis que todavía no llegan y empantanaron negociaciones con laboratorios que podrían haber provisto a la Argentina de las vacunas necesarias para no llegar a la cuarentena estricta nuevamente.
La carga de fallecidos se realiza en el SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina), por personal autorizado de cada uno de los efectores de salud. ¿En qué cabeza cabe que el Gobernador va a mentir con los muertos? ¿Tan bajo se puede caer para conseguir un titular? ¿Tan desesperados están?
Mendoza sostuvo la presencialidad escolar mientras las condiciones objetivas lo permitieron. El mensaje siempre fue el mismo. Acá hay coherencia y valoración de la educación como herramienta de transformación y empoderamiento elemental. Nos apoyamos en la OMS, UNICEF y los datos epidemiológicos para mantener las aulas abiertas.
La situación es muy delicada. No se dan cuenta que con mentiras y oportunismos baratos le bajan el precio a la democracia porque le mienten a la gente, cuando más necesitamos la confianza y la responsabilidad de la ciudadanía para superar este momento.
Somos transparentes porque entendemos que no hay otra manera de gestionar los recursos que son de todos. Estamos abiertos a escuchar a todos y a mejorar todo lo que podamos porque la salud y el bienestar de los que menos tienen son prioridades absolutas.